Tarot
El tarot es una herramienta que bien empleada permite a los tarotistas desarrollar sus facultades adivinatorias para contactar con su yo interior y hacer predicciones.
Consta de un total de 78 cartas, 22 arcanos mayores y 56 menores, y se ha venido utilizando desde hace cientos de años. En la actualidad, el tarot se considera un medio que nos ayuda en la meditación, el crecimiento interior espiritual y la adivinación.

Origen e historia del tarot
Siempre ha rodeado un halo de misterio a las cartas del tarot.
Para conocer su origen, debemos remontarnos muchos cientos de años. Existen muchas teorías acerca de su nacimiento y de las influencias que ha recibido a lo largo de estos años para acabar convirtiéndose en el mazo de 78 cartas que hoy día lo constituyen.
Muchos estudiosos apuntan que el origen del tarot se remonta a la civilización egipcia, por encontrar en los jeroglíficos dibujos similares a los arcanos mayores. Otros apuntan a una influencia oriental, por encontrar similitudes con los ídolos de oriente.
No podemos olvidarnos de la edad media como punto álgido en el desarrollo del tarot como herramienta adivinatoria. Sin embargo, se desconoce si el tarot se concibió completamente, con sus 78 cartas, o si los 22 arcanos mayores y los 56 menores se concibieron por separado y luego se juntaron.
Fue en el siglo XVIII cuando se han documentado ejemplos del uso de las cartas del tarot como medio adivinatorio. Sin embargo, parece comúnmente aceptado que anteriormente se utilizaron cartas como herramienta de adivinación, siendo la baraja más antigua documentada la de Filippo María Visconti, en el año 1.412.
Vamos a realizar un viaje a través de las posibles influencias que ha recibido el tarot, para ayudaros a comprender su dimensión e importancia en la historia del mundo.


El libro egipcio de Thoth
La tesis defendida por Court Gebelin en 1.781, argumenta el origen egipcio del tarot en el sentido de que los 22 arcanos mayores surgen de un antiguo libro egipcio, El libro de Thoth, que se salvó de un incendio que asoló los templos. Thoth fue uno de los primeros reyes, y se le considera el autor de los jeroglíficos. Los estudiosos que apoyan esta teoría encuentran una gran similitud entre el esoterismo que envuelve las cartas del tarot y el misticismo egipcio que hay detrás de los jeroglíficos. Gebelin apunta que la difusión del tarot por Europa se debe a las tribus de gitanos y cíngaros y sus desplazamientos habituales de asentamiento en asentamiento.

El antiguo ajedrez oriental
El juego de los Cuatro Reyes, precursor del juego de ajedrez moderno, es un juego oriental bélico que originariamente estaba constituido por el Rey, el General (que luego pasó a ser la Reina), el Caballo y soldados rasos. En un primer momento, no existía la Reina como tal, ya que contravenía las reglas del decoro de aquellos tiempos. Se cree que, en un determinado momento, ciertos jugadores indios, al quedarse sin alguna de las piezas principales, lo solucionaron creando sustitutos a partir de trozos de papel o cortezas de árbol, dando origen a un juego diferente.

La influencia China
Existe un tipo de cartas chinas que se llaman igual que el ajedrez chino, Keu-ma-pu, que se traduce como Carros-Caballos-Fusiles, por lo que parece bastante consistente la creencia de que los juegos de cartas puedan derivarse del ajedrez chino.
Se cree que el dominó y los dados chinos se emplearon en sus inicios como medios de adivinación. Muchos estudiosos creen que los dados fueron los precursores del dominó chino, basándose en que una tirada de dos dados configura cada pieza del juego de dominó.

Flecha adivinatoria coreana
El mazo de cartas coreanas, llamado Htou-Tjyen, está compuesto por un total de 80 cartas distribuidas en 8 palos, y en su reverso están decoradas con flechas emplumadas. Este hecho ha sido valorado por los estudiosos como un claro indicador de la conexión clara entre las flechas adivinatorias y los juegos de cartas.

Las tribus de gitanos (cíngaros)
Se considera a los cíngaros como los maestros de la cartomancia, ya que se cree que llevan en la sangre las dotes adivinatorias. Los cíngaros, originarios de Indostán, fueron expulsados de Italia en el siglo XV por Timur Lenk, jerarca musulmán que conquistó gran parte del Asia central y de la Europa oriental.
Las tribus nómadas de cíngaros y gitanos comenzaron a desplazarse por toda la Europa occidental, y parece estar bastante aceptado el hecho de que la aparición de las cartas en Europa coincide con la llegada de los cíngaros.

La influencia árabe
La palabra “naipe”, que también se utiliza para denominar a las cartas, viene de la palabra italiana “naibi”, que tiene mucho parecido con la palabra hebrea “naibes”. Los estudiosos que consideran que el juego de cartas del tarot está muy influencia por la tradición árabe, basan este argumento en el significado que la palabra italiana y hebrea tienen: clarividencia, magia y predicción.
El significado de las cartas del Tarot
El mazo de cartas que compone el tarot está integrado por un total de 78 cartas, que se estructuran en dos grupos:
- Los arcanos mayores, formado por un total de 22 cartas y que tocan los temas más relevantes de la vida
- Los arcanos menores, formado por un total de 56 cartas y que está relacionado con aspectos más terrenales.
La correcta lectura de la interacción entre los dos grupos me permite hacer una interpretación completa de las situaciones o problemas que me planteas, consiguiendo una visión de conjunto de todos los aspectos que entran en juego.
Una lectura correcta debe saber interpretar cada una de las cartas que salen, y ahondar en la tirada para lograr desentrañar lo que nos quiere contar el universo.
Las principales cartas del Tarot
De entre todas las cartas que componen la baraja del tarot, las principales son:

El Mago
Representa el ímpetu y la energía, y es el número 1 de la baraja. Se relaciona directamente con aspectos referidos al trabajo y al dinero.

La sacerdotisa
Representa las preocupaciones más internas que tenemos y la fuerza que poseemos en el mundo espiritual, que nos ayudará a desarrollar el instinto necesario para alcanzar la verdad. Es el número 2 de la baraja.

La Emperatriz
Representa la madre naturaleza, los aspectos relacionados con la feminidad, sexualidad y fertilidad. Es el número 3 de la baraja, con gran poder simbólico.

El Emperador
Representa lo terrenal y material y también solidez, liderazgo, fuerza y valentía. Es el número 4 de la baraja.

El Papa
Representa el poder espiritual, el puente que une nuestra vida terrenal con nuestra vida espiritual, para establecer el orden moral. Es el número 5 de la baraja.

Los amantes
Representa la elección entre un camino u otro, la incertidumbre que se nos presenta cuando nos encontramos en una encrucijada en el camino de nuestras vidas.

El Carruaje
Representa la ilusión y fortaleza con que vamos a encarar los momentos difíciles en los que nos encontramos. Representa el éxito cuando empleamos los medios que la vida nos pone a nuestra disposición.

La Justicia
Representa aspectos positivos (como el equilibrio y equidad de nuestra fortaleza moral) y negativos (como el rigor y la intolerancia en nuestros juicios valorativos).

El Ermitaño
Representa una necesidad de meditar sobre algún aspecto de nuestra vida, y también momentos de soledad o dudas que estemos atravesando.

La Rueda de la Fortuna
Representa el dinamismo de la vida, los cambios que se nos presentan en el camino, tanto ascendentes como descendentes.

La Fuerza
Representa la voluntad y determinación con que nos enfrentamos a los baches del camino, y también puede simbolizar fuerza excesiva o abuso de poder en alguna situación.

El Ahorcado
Representa un cambio en tu vida que va a comenzar o algo que puede escapar de tu control. Puede indicar también la necesidad de un período de reflexión o la necesidad de que seas más paciente.

La Muerte
Representa la mala suerte, un cambio que puede ser doloroso pero que resulta necesario para caminar hacia un crecimiento personal que nos renovará. Es el número 13 de la baraja.

La Templanza
Representa la necesidad de equilibrar nuestras fuerzas vitales para afrontar de una forma calmada y reflexiva las situaciones problemáticas que atravesamos.

El Diablo
Representa el yo más ambicioso que tenemos y exige una revisión de nuestra forma de proceder para liberarnos de las ataduras que nos impiden el crecimiento espiritual.

La Torre
Representa la llegada de algo que va a provocar un cambio en nuestras vidas y que debemos afrontar, aunque no lo tengamos previsto.

La Estrella
Representa el proceso de renovación espiritual y físico, y es la carta con mayor carga positiva de la baraja, que aporta esperanza e ilusión frente al futuro que nos espera.

La Luna
representa el mundo más onírico que tenemos, el subconsciente donde se encuentran nuestros sueños e ilusiones, pero también nuestros miedos más acuciantes. Implica la necesidad de poner en marcha nuestro talento creativo.

El Sol
Representa la luz en el camino, la esperanza y el éxito para encontrar la verdad. Es una de las cartas más positivas.

El Juicio
Representa la llegada de un punto y aparte en nuestra vida, el cambio de ciclo que debemos afrontar con honestidad haciéndonos responsables de nuestra vida y los errores cometidos.

El Mundo
Representa el triunfo y la fortuna, una evolución hacia la plenitud y autoconocimiento plenos que nos conducirán hacia la felicidad.

El Loco
Representa los impulsos irracionales y la aventura, y requiere que asumamos una buena dosis de prudencia porque nos encontramos ante un cambio en nuestras vidas que generará inestabilidad. Esta carta no tiene número en la baraja.
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